¨Desde muy joven me surgió la inquietud por la magnificencia del barroco quiteño y de materiales tales como el pan de oro y la madera, tal fue mi interés que empecé a estudiar de manera autónoma, esto además me dio la oportunidad conocer a grandes maestros del arte patrimonial como lo fue el gran Alfonso Rubio, siendo él, un pilar fundamental en mi proceso de aprendizaje en la policromía y el dorado al agua.

Años más tarde ingresó a la Escuela Taller Quito en al área de tallado y taracea en madera y de esa manera refuerzo mis conocimientos obteniendo el tituló de maestra en tallado y taracea en madera.¨

Al salir de dicha institución Katalina se encontró con un panorama complejo y a la vez frustrante al ver qué no habían oportunidades de trabajo en el área que ella desempeñaba, tomó una decisión importante respecto a las artes y oficios y junto a su compañero Adrián Cerón decidieron formar el proyecto Escuela de Arte Quiteño, el cual hoy en día mantiene vivas las técnicas tradicionales de la “Escuela Quiteña” y da oportunidades a nuevos maestros para que se conviertan en los futuros guardianes del patrimonio de la ciudad.